Aquí no vendemos carne. Vendemos respeto.
Sabor Carnívoro nace de un sentimiento profundo: el respeto por un oficio que me vio crecer, aunque durante años yo intentara alejarme de él.
Mis padres han trabajado toda su vida en la carnicería. Yo crecí viendo el esfuerzo, el sudor, las manos agrietadas. Pero también vi que nadie hablaba de eso. Que parecía un trabajo más… cuando en realidad, lo era todo.
Pasaron los años y acabé probando otros caminos. Pero en el fondo siempre sentí que tenía que devolverle la dignidad a ese mundo. Y no desde la nostalgia, sino desde el presente. Con un enfoque nuevo.
Consciente. Verdadero. Real.
¿Quiénes somos?
Somos una marca con raíces reales.
No vendemos promesas vacías. Vendemos carne seleccionada con criterio, con trazabilidad clara y con el mismo cuidado que pondrías tú si lo hicieras para los tuyos.
Trabajamos con productores locales que crían sus animales en libertad, con una alimentación mixta: pasto y cereales, buscando siempre el equilibrio entre tradición y rendimiento.
Y sí, si un animal ha estado enfermo, ha sido tratado con antibióticos. Porque aquí no mentimos. Aquí te contamos la verdad, como lo haría tu familia.
Recuerdo a mi abuela Pili en la cocina, con sus manos rápidas y su paciencia infinita.
Nunca le pregunté de dónde venía la carne que cocinaba, pero sí recuerdo su sabor.
Y ese respeto por lo que se sirve en la mesa, es justo lo que queremos recuperar hoy.
¿Qué queremos?
Queremos parar el reloj y devolver el respeto al producto.
No se trata solo de vender cortes premium. Se trata de educar, de compartir, de mostrar lo que hay detrás:
– los ganaderos,
– los procesos,
– las decisiones éticas que tomamos.
Queremos que cuando alguien compre en Sabor Carnívoro, sepa que está apostando por un modelo más justo para todos: productor, consumidor y animal.
Aquí no hay humo.
Solo carne de verdad, con historia y con conciencia.
¿A dónde vamos?
Sabor Carnívoro no quiere ser el más barato ni el más grande.
Queremos ser la marca que más cuida.
Queremos que te llegue un pedido y digas:
“Joder, esto no es solo carne. Esto está hecho con cabeza, con corazón y con respeto.”
No idealizamos. No mentimos.
Te hablamos claro, porque sabemos que el cliente de hoy quiere saber qué come, de dónde viene y por qué vale lo que vale.
Y si con eso conseguimos que se valore más el trabajo del campo, el buen hacer de los que no salen en redes, y el respeto al producto… entonces estaremos cumpliendo nuestra misión.
Esto no es solo un negocio. Es nuestra forma de vivir.
Si tú también valoras lo auténtico, lo bien hecho, lo que no necesita disfraz...
Si crees que comer bien es un acto de amor propio,
Entonces bienvenido a Sabor Carnívoro.
Aquí no hay postureo.
Solo sabor, respeto y verdad.